Una de las cosas que más nos ha llamado la atención durante nuestra visita ha sido la forma en la que el alumnado se sentaba en el aula. Llevaban a cabo lo que se conoce como “flexible seating”.
Ellos mismo eran los que decidían dónde sentarse en cada sesión. Hemos observado cómo la combinación de flexible seating, autonomía estudiantil y metodologías innovadoras puede revolucionar la experiencia de aprendizaje. Al permitir a los estudiantes elegir su propio espacio de trabajo, se fomenta la responsabilidad y la toma de decisiones, lo que a su vez fortalece su autonomía. Además, al incorporar métodos pedagógicos innovadores se potencia la participación activa y el compromiso con el aprendizaje. Todo esto se veía complementado con principios de psicología positiva, este enfoque integral busca no solo desarrollar habilidades académicas, sino también promover el bienestar emocional y la motivación intrínseca del alumnado. Todo esto ofrece un entorno en el que el alumnado se siente valorado, capacitado y motivado para alcanzar su máximo potencial académico y personal. El buen clima que se respiraba en el aula hacía fluir el aprendizaje y fue un placer poder observarlo.
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