En el colegio de Slovenska Bristica, en Eslovenia, hay un edificio específico para el alumnado de Educación Infantil.
Una escuela pequeña, con mucho encanto.
Los alumnos dejan sus pertenencias en el hall de la entrada y se cambian sus zapatos para mantener la escuela limpia.
Les gusta mucho la Navidad y esto se lo trasmiten a los alumnos creando una decoración muy especial.
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